Porque eres tu el único que puede conseguir que olor de la lluvia de verano, deje de ser mágico, convirtiéndolo en una realidad, sostenida por tu mano mientras me tienes colgada de un hilo en el abismo de tu cuerpo, susurrando por cada uno de tus besos, eses que suenan a lluvia, eses que huelen a verano y saben a terrones de azúcar con aroma a tarta de horno.
De eses que se esperan toda una vida para romper con el misticismo, de eses que solo se dan una vez, de eses besos que dan abierto cajones vacíos con hojas de diario premeditadas en blanco.
De los que juegan al despiste, de a ver si te lío, para conseguir aliarme contigo en el fin de tus labios, hasta las seis de la mañana,por la mañana;desayunando agua de lluvia,en verano, con azúcar y tarta de horno.
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